Gozo es una de las principales islas de Malta. Lo que la hace imprescindible durante su viaje de equipo en Malta, es que es el terreno ideal para el turismo motorizado. Durante su estancia en Malta, empápese del paisaje salvaje y auténtico de Gozo.

Descubra sus tesoros escondidos y su patrimonio natural como la cueva de Calypso o el mirador de Il-Qala. No se pierda tampoco de recorrer los valles de Ramla y Simar, que le ofrecerán paisajes mediterráneos únicos.

Para hacer la aventura inolvidable, esta exploración de la isla puede hacerse a bordo de un jeep o un quad. Tiene la opción de una conducción acompañada o autónoma, puede incluso lanzarse en una carrera contra sus colegas para llevar la adrenalina al máximo. Así que, elija su vehículo y trate de salir vencedor de esta competición.

2. Descubre la capital maltesa

La Valeta, la capital maltesa, es el lugar a no perderse durante un team building en Malta. De hecho, gracias a su historia y arquitectura única, esta ciudad es el lugar perfecto para organizar la actividad indispensable de un team building: la búsqueda del tesoro.

Al llegar a la capital, divídanse en varios equipos y reciban las instrucciones y los materiales necesarios para encontrar el tesoro escondido de la ciudad. Al darse la señal de salida, láncense de inmediato a las calles empedradas de La Valeta para desenterrar las pistas y resolver los enigmas que se les han asignado para esta búsqueda.

Si su equipo prefiere las salidas y aventuras nocturnas, sepan que la capital maltesa también es ideal para una búsqueda de fantasmas. Al final del día, reúnanse en Merchants Street, el punto de partida de esta original cacería.

Su desafío aquí es descubrir las leyendas y misterios de La Valeta. Deben seguir los pasos de los piratas, fantasmas y asesinos más famosos de la capital, todo ello sumergiéndose en relatos aterradores y espeluznantes con una escenografía digna de una casa embrujada en Halloween. En esta búsqueda de fantasmas encontrará: miedo, suspense, muchas risas y una oportunidad para enseñar a sus colaboradores a reaccionar ante situaciones inusuales y, sobre todo, ante la adversidad.

Para descubrir la gastronomía maltesa, que comparte algunos puntos en común con la cocina italiana, nada mejor que poner manos a la obra en un taller de cocina. Durante una clase de 2 a 3 horas, aprende a preparar las especialidades culinarias de Malta. Luego, para prolongar este momento de compartir y convivir, degusta tus platos durante un almuerzo o una cena en equipo.

Otra ventaja de este taller, aparte de la cohesión y la adquisición de nuevos talentos, es la posibilidad de reproducir en casa las recetas aprendidas durante el taller. Una ocasión para llevar un pedacito de Malta a tu hogar y compartirlo con tu familia y amigos.